Poema La lmpara de Jos ngel Buesa

La lmpara

de Jos ngel Buesa

I

Era un vetusto templo de ennegrecidos muros,
durante largos siglos olvidados en la selva.
Trepando y retorcindose por las rotas columnas,
lo apresaba en sus verdes tentculos la hiedra.

Prticos apretados y techos derruidos,
que ya slo ofrecan un refugio a las fieras,
en la gloria caduca de su esplendor remoto
eran el esqueleto de un cadver de piedra.

Pero all, en los escombros de un altar milenario,
una lmpara arda, misteriosa y eterna.
Era una humilde lmpara de aceite, pero arda,
con fulgor tranquilo y una ambicin serena.

Inexplicablemente arda la llama,
desde el oscuro fondo de las edades muertas:
La llama inagotable que iluminaba el tiempo,
y que abra en la sombra su flor amarillenta.

Y la lmpara arda bajo el viento y la lluvia.
La llama invulnerable venca las tormentas,
como fosforescente lgrima de un Dios triste;
y arda, arda, arda, misteriosa y eterna.
II

En lo alto una estrella fulgur de repente,
como un diamante vivo sobre la noche negra.
Fascinadoramente su luz resplandeca
como un filo de plata, descendiendo a la tierra.

Y en las ruinas del templo se acrecent la sombra,
al vacilar la llama de la lmpara terca;
ardi siglos y siglos bajo el viento y la lluvia,
y la apag la fra mirada de una estrella.



Analizar métrica y rima de La lmpara