Poema Las tres musas últimas castellanas 10 de Francisco de Quevedo y Villegas

Las tres musas últimas castellanas 10

de Francisco de Quevedo y Villegas



¿Ves con el polvo de la lid sangrienta
crecer el suelo y acortarse el día
en la celosa y dura valentía
de aquellos toros que el amor violenta?

¿No ves la sangre que el manchado alienta;
el humo que de la ancha frente envía
el toro negro, y la tenaz porfía
en que el amante corazón ostenta?

Pues si lo ves, ¡oh Lisi!, ¿por qué admiras
que, cuando Amor enjuga mis entrañas
y mis venas, volcán, reviente en iras?

Son los toros capaces de sus sañas,
¿y no permites, cuando a Bato miras,
que yo ensordezca en llanto las montañas?



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