Poema Las tres musas últimas castellanas 33 de Francisco de Quevedo y Villegas

Las tres musas últimas castellanas 33

de Francisco de Quevedo y Villegas



Aguarda, riguroso pensamiento,
no pierdas el respeto a cuyo eres.
Imagen, sol o sombra, ¿qué me quieres?
Déjame sosegar en mi aposento.

Divina Tirsis, abrasarme siento:
sé blanda como hermosa entre mujeres;
mira que ausente, como estás, me hieres;
afloja ya las cuerdas al tormento.

Hablándote a mí solas me anochece:
contigo anda cansada el alma mía;
contigo razonando me amanece.

Tú la noche me ocupas y tú el día:
sin ti todo me aflige y entristece,
y en ti mi mismo mal me da alegría.



Analizar métrica y rima de Las tres musas últimas castellanas 33