Poema Renunciando a la poesía de Juan Meléndez Valdés

Renunciando a la poesía

de Juan Meléndez Valdés



Quédate, adiós, pendiente de este pino
sin defensa del tiempo a los rigores,
cítara en que canté de mis amores
las gracias y el ingenio peregrino.

Guárdala, oh tronco, que honras el camino
por muestra de la fe de dos pastores,
do puedan cortesanos amadores
tomar lecciones de un amor divino.

Mientras la oyó viviendo mi señora,
con cuerdas de oro resonar solía,
y fieras crudas amansó su canto;

ya que el alma feliz los cielos mora,
y en esta tumba su ceniza fría,
cesen los versos, y principie el llanto.



Analizar métrica y rima de Renunciando a la poesía