Soneto con sed
de Jos ngel Buesa
Leyendo un libro, un da, de repente,
hall un ejemplo de melancola:
Un hombre que callaba y sonrea,
murindose de sed junto a una fuente.
Puede ser que, mirando la corriente,
su sed fuera ms triste todava;
aunque acaso aquel hombre no beba
por no enturbiar el agua transparente.
Y no s ms. No s si fue un castigo,
y no recuerdo su final tampoco
aunque quizs lo aprender contigo;
yo, enamorado, soador loco,
que me muero de sed y no lo digo,
que estoy junto a la fuente y no la toco.