
Nombre: Juan BoscánNacimiento: Barcelona, 1492Muerte: Perpiñán, Francia 1542Nacionalidad: EspañaBiografía de Juan Boscán
Poemas de Juan Boscán
A la tristeza >> Poesías
Qué haré, que por quereros >> Poesías
El ruiseñor que pierde sus hijuelos >> Poesías
Dulce soñar y dulce congojarme >> Sonetos
Soy como aquel que vive en el desierto >> Sonetos
Como el triste que a muerte está juzgado >> Sonetos
Cargado voy de mi doquier que ando >> Sonetos
Amor es bueno en sí naturalmente >> Sonetos
Gran tiempo fui de males tan dañado >> Sonetos
Nunca de amor estuve tan contento >> Sonetos
Ha tanto ya que mi desdicha dura >> Sonetos
Como aquel que en soñar gusto recibe >> Sonetos
Si el corazón de un verdadero amante >> Sonetos
Quien dice que la ausencia causa olvido >> Sonetos
Un nuevo amor un nuevo bien me ha dado >> Sonetos
Garcilaso, que al bien siempre aspiraste >> Sonetos
Poesías de Juan Boscán preferidas de nuestros lectores
Nunca de amor estuve tan contento
A la tristeza
Nunca de amor estuve tan contento
que en su loor mis versos ocupase,
ni a nadie consejé que se engañase
buscando en el amor contentamiento:
Esto siempre juzgó mi entendimiento:
que de este mal todo hombre se quardase;
y asi, porque esta ley se conservase,
holgué de ser a todos escarmiento.
¡Oh! vosotros que andáis tras mis escritos
gustando de leer tormentos tristes,
según que por amar son infinitos,
mis versos son deciros: "¡Oh, benditos
los que de Dios tan gran merced hubistes
que del poder de amor fuésedes quitos!"
Tristeza, pues yo soy tuyo,
tú no dejes de ser mía;
mira bien que me destruyo
sólo en ver que el alegría
presume de hacerme suyo.
¡Oh, tristeza!
que apartarme de contigo
es la más alta crueza
que puedes usar conmigo.
No huyas ni seas tal
que me apartes de tu pena;
soy tu tierra natural,
no me dejes por la ajena
do quizá te querrán mal.
Pero, di:
ya que estó en tu compañía,
¿cómo gozaré de ti,
que no goce de alegría?
Que el placer de verte en mí,
no hay remedio para echallo,
¿quién jamás estuvo así?
que de ver que en ti me hallo,
me hallo que estoy sin ti.
¡Oh ventura!
¡Oh amor, que tú hiciste
que el placer de mi tristura
me quitase de ser triste!
Pues me das por mi dolor
el placer que en ti no tienes,
porque te sienta mayor,
no vengas, que si no vienes,
entonces vernás mejor.
Pues me places,
vete ya, que en tu ausencia
sentiré yo lo que haces
mucho más que en tu presencia.