Poema Al caer despeñado en la hondura de María Rosalía Rita de Castro

Al caer despeñado en la hondura

de María Rosalía Rita de Castro


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 Al caer despeñado en la hondura
  Desde la alta cima,
Duras rocas quebraron sus huesos,
Hirieron sus carnes agudas espinas,
Y el torrente de lecho sombrío
  Rasgando sus linfas,
Y entreabriendo sus húmedos labios
Con negra sonrisa,
Vino a darle un beso de muerte,
Cerrando en los suyos el paso a la vida.

 Despertáronle luego, y temblando
  De angustia y de miedo,
— ¡Ah!, ¡por qué despertar? — preguntóse
Después de haber muerto.

   Al pie de su tumba
Con violados y ardientes reflejos,
  Flotando en la niebla

Vio dos ojos brillantes de fuego
Que al mirarle ahuyentaban el frío
De la muerte, templando su seno.
 Y del yermo sin fin de su espíritu
Ya vuelto a la vida, rompiéndose el hielo,
Sintió al cabo brotar en el alma
La flor de la dicha, que engendra el deseo.
 Dios no quiso que entrase infecunda
En la fértil región de los cielos;
Piedad tuvo del ánimo triste
Que el germen guardaba de goces eternos.



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