Poema Duelo de arrabal de José Antonio Ramos Sucre

Duelo de arrabal

de José Antonio Ramos Sucre

DUELO DE ARRABAL
    En la pobre vivienda de suelo desnudo, alumbrada conuna lámpara mezquina, las mujeres se congregaron a llorar.Fuertes o extenuados alternativamente, no cesaban los trémulossollozos, palabras agotadas y confusas escapaban de los pechossacudidos, gestos de dolor suplicaban a los cielos mudos. En torno deun pequeño ataúd crecía el clamor y llegaba aldelirio; contenía el cuerpo de un niño arrebatado por lamuerte a la vida de arrabal. Hacia un rincón estaban reunidos enhaz los juguetes recién abandonados, junto a los pobresútiles de industrias femeninas, y, en irónica ofrenda alos pies del Crucifijo, las drogas sobre la mesa descubierta. Noblessacrificios fracasaron en resguardo de su vida: el consumo del ahorromiserable, los días de zozobra, las noches de vigilia. Aqueldía, cuando la oscuridad prosperaba hasta en el ocaso tinto desangrante sol, vino la muerte al amparo de las sombras leves ybenignas, con fría palidez sellando su victoria.
    Vino a aquella mansión, como a muchas otras;un mal tremendo, como aquel que de orden divina diezmó losprimogénitos de Egipto, apenas dejó casa pobre sin luto.Por su influjo tuvieron de cuna el seno de la tierra innumerablesniños, despedidos por coros gemebundos, lamentados con llantobreve y clamoroso, el llanto de quienes en la vida sin paz tienen peorenemigo que la muerte.
    Siguiendo el general destino de los tristes que, conla urgente pobreza, desconocen el deleite del recuerdo lloroso, losdolientes de la pobre vivienda, alumbrada con una lámparamezquina, también se lamentaron con desesperanza pasajera. Lasvoces roncas gimieron hasta la partida del pequeñocadáver; pero el olvido, ante el esperado afán deldía siguiente, hizo invasión con el sosiego de la primeranoche augusta y encendida.


Analizar métrica y rima de Duelo de arrabal