Poema Las tres musas últimas castellanas 84 de Francisco de Quevedo y Villegas

Las tres musas últimas castellanas 84

de Francisco de Quevedo y Villegas



Caín, por más bien visto, tu fiereza
quitó la vida a Abel, porque ofrecía
a Dios el mejor fruto que tenía,
como tú lo peor de tu riqueza.

A quien hizo mayor Naturaleza,
hizo la envidia sólo alevosía
que a la sangre dio voz, y llanto al día;
a ti, condenación, miedo y tristeza.

Temblado vives, y el temblor advierte
que aunque mereces muerte por tirano,
que tiene en despreciarte honra la muerte.

La quijada de fiera, que en tu mano
sangre inocente de tu padre vierte,
la tuya chupará sobre tu hermano.



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