Poema Soneto XXXV Cien sonetos de amor (1959) Mediodía de Pablo Neruda

Soneto XXXV Cien sonetos de amor (1959) Mediodía

de Pablo Neruda

SONETO XXXV

Tu mano fue volando de mis ojos al día.
Entró la luz como un rosal abierto.
Arena y cielo palpitaban como una
culminante colmena cortada en las turquesas.

Tu mano tocó sílabas que tintineaban, copas,
alcuzas con aceites amarillos,
corolas, manantiales y, sobre todo, amor,
amor: tu mano pura preservó las cucharas.

La tarde fue. La noche deslizó sigilosa
sobre el sueño del hombre su cápsula celeste.
Un triste olor salvaje soltó la madreselva.

Y tu mano volvió de su vuelo volando
a cerrar su plumaje que yo creí perdido
sobre mis ojos devorados por la sombra.


Analizar métrica y rima de Soneto XXXV Cien sonetos de amor (1959) Mediodía