Dios no lo sabe
de Jos ngel Buesa
Dios no lo sabe, pero yo estoy triste
como los viejos pozos en la tarde;
triste como el portn de la herrera
que hace cien aos que no ha abierto nadie.
Ya le encuentro sabor de sed al
agua, viendo crecer un trigo miserable;
y todo se me va con el otoo,
pero Dios no lo sabe.
Dios no lo sabe, porque est all arriba,
y yo ac abajo, triste a mi manera;
yo, que ya s lo que no dice el viento
y de qu modo hay que pisar la yerba.
Dios no lo sabe, pero yo lo digo,
solo en la noche, solo en la tristeza,
y eso que s que nada cambiara
aunque Dios lo supiera.
Yo s el camino del que sigue andando
derechamente hacia ninguna parte,
y ese lado del tiempo donde hay nieve
para el pequeo amor que llega tarde.
Yo s cmo se cierra cada puerta
en el anochecer de cada calle;
y s que hay un sol negro que da sombra,
pero Dios no lo sabe.
Yo s del hacia abajo en las races,
sin hacia arriba, hacia la primavera;
de la lluvia que llueve y ya no es lluvia
en la arena que sigue siendo arena.
Dios no lo sabe, y nada cambiara,
nada, por ms que un da lo supiera.
O tal vez Dios lo sabe, y est triste sin que nadie lo sepa...
