Poema Los tristes recuerdos de Juan Meléndez Valdés

Los tristes recuerdos

de Juan Meléndez Valdés



En este valle, do sin seso ahora
en muda soledad tu malhadado
nombre, ¡ay Fili!, repito, afortunado
decirte osé: «Mi corazón te adora».

Junto a este arroyo, que tu muerte llora,
te hallé cogiendo flores; y turbado
la guirnalda nupcial en tu dorado
cabello puse, y te juré señora.

Allí nos reveló sus deliciosos
misterios la alma Venus, la sagrada
tea encendiendo plácido Himeneo.

¡Ay, dejadme recuerdos dolorosos!
Mi Fili al claro Olimpo fue robada,
y yo en mil ansias fenecer me veo.



Analizar métrica y rima de Los tristes recuerdos