
Nombre: Manuel MachadoNacimiento: Sevilla, 29 de agosto de 1874Muerte: Madrid, 19 de enero de 1947Nacionalidad: EspañaBiografía de Manuel Machado
Poemas de Manuel Machado
Antífona >> Poesías
La manzanilla >> Poesías
Adelfos >> Poesías
Dolientes madrigales >> Poesías
Cantares >> Poesías
La copla >> Poesías
Retrato >> Poesías
Cante Hondo >> Poesías
La Lola >> Poesías
Soleariyas >> Poesías
Figulinas >> Poesías
Julio >> Poesías
La tona de la fragua >> Poesías
Verano >> Poesías
Castilla >> Poesías
Las mujeres de Romero de Torres >> Sonetos
Ocaso >> Sonetos
El caballero de la mano en el pecho >> Sonetos
Poesías de Manuel Machado preferidas de nuestros lectores
La manzanilla
Antífona
La manzanilla es mi vino
porque es alegre, y es buena
y porque -amable sirena-
su canto encanta el camino.
Es un poema divino
que en la sal y el sol se baña...
La médula de una caña
más rica que la de azúcar...
El color que da Sanlúcar
a la bandera de España.
Ven, reina de los besos, flor de la orgía,
amante sin amores, sonrisa loca...
Ven, que yo sé la pena de tu alegría
y el rezo de amargura que hay en tu boca.
Yo no te ofrezco amores que tú no quieres;
conozco tu secreto, virgen impura;
amor es enemigo de los placeres
en que los dos ahogamos nuestra amargura.
Amarnos... ¡Ya no es tiempo de que me ames!
A ti y a mí nos llevan olas sin leyes.
¡Somos a un mismo tiempo santos e infames,
somos a un mismo tiempo pobres y reyes!
¡Bah! Yo sé que los mismos que nos adoran,
en el fondo nos guardan igual desprecio.
Y justas son las voces que nos desdoran...
Lo que vendemos ambos no tiene precio.
Así los dos, tú amores, yo poesía,
damos por oro a un mundo que despreciamos...
¡Tú, tu cuerpo de diosa; yo, el alma mía!...
Ven y reiremos juntos mientras lloramos.
Joven quiere en nosotros Naturaleza
hacer, entre poemas y bacanales,
el imperial regalo de la belleza,
luz, a la oscura senda de los mortales.
¡Ah! Levanta la frente, flor siempreviva,
que das encanto, aroma, placer, colores...
Diles con esa fresca boca lasciva...
¡que no son de este mundo nuestros amores!
Igual camino en suerte nos ha cabido.
Un ansia igual nos lleva, que no se agota,
hasta que se confunda en el olvido
tu hermosura podrida, mi lira rota.
Crucemos nuestra calle de la amargura,
levantadas las frentes, juntas las manos...
¡Ven tú conmigo, reina de la hermosura;
hetairas y poetas somos hermanos!