Canciones
de Marqués de Santillana
Canción (Carta) del Marqués a una dama
Gentil dama, cuyo nombre
vos es assí conviniente
como a Jhesu Dios y honbre
e al sol claro e luziente,
mi desseo non consiente
que ya no sepa de vos;
pues consoladme, por Dios,
con letra vuestra plaziente.
Plaziente digo, señora,
do vuestro mote no sea,
el qual, si non se mejora,
¡guay de quien ál non desea!
Proveed que Dios provea
de lo que más desseades
a quien tanto fatigades,
e vuestro aspecto guerrea.
Guerrea con mano armada
e béllico poderío
la mi vida atormentada,
e triste coraçón mío.
Qual sin patrón el navío,
soy, después que no vos veo,
vida mía y mi deseo,
cuyo só más que no mío.
Mío no, mas todo vuestro
soy después que me prendistes,
e si tanto non lo muestro,
es porque lo deffendistes.
Mis días sean más tristes
que de otro enamorado,
si no vivo más penado
que todos quantos o[i]stes.
¿Oisteis jamás, o vistes
onbre d'amor tan ligado,
que no soi escarmentado
de quanto mal me fezistes?
Canción
(Que fizo el Marqués de Santillana a sus fijas loando la su fermosura)
Dos serranas he trovado
a pié de áspera montaña,
segund es su gesto e maña
non vezadas de ganado.
De espinas trahen los velos
e de oro las crespinas,
senbradas de perlas finas,
que le aprietan sus cabellos;
e las trufas bien posadas,
a más, de oro arracadas,
rruvios, largos cabellos
segund doncellas d'estado.
Fruentes claras e luzientes,
las çejas en arco alçadas,
las narizes afiladas,
chica boca e blancos dientes,
ojos prietos e rientes,
las mexillas como rosas,
gargantas maravillosas,
altas, lindas al mi grado.
Carnoso, blanco e liso
cada cual en los sus pechos,
porque Dios todos sus fechos
dexó quando fer las quiso;
dos pumas de paraíso
las sus tetas ygualadas,
en la su çinta delgadas
con aseo adonado.
Blancas manos e pulidas,
e los dedos no espigados,
a las juntas no afeados,
uñas de argent guarnidas,
rrubíes e margaridas,
çafires e diamantes,
axorcas ricas, sonantes,
todas de oro labrado.
Ropas trahen a sus guisas
todas fendidas por rrayas,
do les paresçen sus sayas
forradas en peñas grisas;
sus ropas bien asentadas,
de azeytuní quartonadas,
de filo de oro brocado.
Yo las vi, si Dios me vala,
posadas en sus tapetes,
en sus faldas los blanchetes,
que demuestran mayor gala.
Los finojos he fincado,
segund es acostumbrado
a dueñas de grand altura:
ellas por la su mesura
en los pies m'an levantado.
Canción
Quien de vos merçet espera,
señora, ni bien atiende,
¡ay que poco se l'entiende!
1
Yo vos serví lealmente
con muy presta voluntat,
e nunca fallé piedad
en vos, nin buen continente:
antes vuestra crueldad
me faze ser padeçiente;
¡guay de quien con vos contiende!
2
Tanta es vuestra beldad,
que partir no me consiente
de servir con lealtad
a vos, señora exçelente.
Sed ya por vuestra bondad
gradeçida e conbiniente,
ca mi vida se despiende.
Canción
Deseando ver a vos,
gentil señora,
non he reposo, pardiós,
punto ni ora.
1
Deseando aquel buen día
que vos vea,
el contrario de alegría
me guerrea.
Del todo muero por vos,
e non mejora
mi mal, jurovos a Dios,
mas empeora.
2
Bien digo a mi coraçón
que non se quexe,
mas sirva toda saçón,
e non se dexe
de amar e servir a vos,
a quien adora;
pues recuérdevos, pardiós,
piedat agora.
Canción
Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
1
Recuérdate que padesco
e padesçí
las penas que non meresco,
desque ví
la respuesta non devida
que me diste;
por lo qual mi despedida
fué tan triste.
2
Pero no cuydes, señora,
que por esto
te fuy ni te sea agora
menos presto;
que de llaga non fingida
me feriste;
así que mi despedida
fué tan triste.
Canción
Quanto más vos mirarán,
muy excelente prinçesa,
tanto más vos loarán.
1
Quien vos verá, çiertamente
non dudará si venís
de la real flor de lís,
visto vuestro continente:
y a todos nos bendirán,
por levar tan gentil pressa,
los que nos reçebirán.
2
Yo dubdo poder loar
la vuestra mucha cordura,
onestat, graçia e messura
quanto se deve ensalçar.
Los que verdad fablarán,
tal navarra nin francesa
nunca vieron ni verán.
3
Tanta vida vos dé Dios,
princesa de grand virtud,
tantos bienes y salud
quantos meresçedes vos:
ca çertas por vos dirán
"virtuosa sin represa"
los que vos conosçerán.
Canción
Señora, qual soy venido,
tal me parto;
de cuydados más que farto
e dolorido.
1
¿Quién no se farta de males
e de vida desplaciente,
e las penas desyguales
sufre, callando paçiente,
sinon yo, que sin sentido
me dirán
los que mis males sabrán,
e perdido?
2
Aved ya de mí dolor;
que los dolores de muerte
me çercan en de redor,
e me facen guerra fuerte.
Tomadme en vuestro partido
como quiera,
porque, viviendo, no muera
aborrido.
3
Pero al fin fazed, señora,
como querades; que yo
no seré punto ni ora
sino vuestro, cuyo só.
Sin favor o favorido
me tenedes
muerto, si tal me queredes,
o guarido.
Canción a la Reina
Dios vos faga virtuosa,
Reyna bien aventurada,
quanto vos fizo fermosa.
1
Dios vos fizo sin emienda
de gentil persona y cara,
e sumando sin contienda,
qual Gioto non vos pintara.
Fízovos más generosa,
digna de ser coronada,
e reyna muy poderosa.
2
Siempre la virtud fuyó
a la extrema fealdad,
e creemos se falló
en compaña de beldat;
pues non es quistión dubdosa
ser vos su propia morada,
illustre Reyna fermosa.
3
Pues loen con grand femençia
los reynos, donde nascistes,
la vuestra mucha exçelençia
e grant honor que les distes,
e la tal graçia graçiosa
por Dios a vos otorgada,
gentil Reyna valerosa.
Canción
Si tu deseas a mi
yo non lo sé;
pero yo deseo a tí
en buena fe.
1
Ca non a ninguna más,
así lo ten;
nin es, nin será jamás
otra mi bien.
En tan buen ora te ví
e te fablé,
que del todo te me dí
en buena fé.
2
Yo soy tuyo, non lo dudes
sin fallir;
e non piensses al, nin cudes
sin mentir.
Después que te conoscí
me captivé,
e seso e saber perdí
en buena fé.
3
A tí amo e amaré
toda saçón,
e siempre te serviré
con grand raçón:
pues la mejor escogí
de quantas sé,
e non finjo nin fengí
en buena fé.
Canción
Ha bien errada opinión
quien dice: "quan lexos d'ojos
tan lexos de coraçón."
1
Ca yo vos juro, señora,
quanto más vos soy absente,
más vos amo ciertamente,
y deseo toda ora.
Esto façe la afición,
sin compañía de los ojos,
mas del leal coraçón.
2
Alexadvos do querades,
ca non vos alexaredes
tanto nin jamás podredes
donde non me poseades
ca so tal costelaçión
vos vieron mis tristes ojos,
que vos dí mi coraçón.
3
Mas non se puede negar,
aunque yo non vos olvido,
que non sienta mi sentido
dolor de vos no mirar.
Pues diré con grand raçón:
-Çedo vos vean mis ojos
de todo buen coraçón.
Canción
1
Señora, muchas merçedes
del favor que me mostrastes:
set cïerta, e non dubdedes
que por siempre me ganastes.
2
Pues de vuestra grand valía
yo fuy tan favoresçido,
muy grand mengua me sería
que fuesse desconosçido.
3
Mas, señora, pues façedes
contra mí más que penssastes,
set cïerta, e non dubdedes
que por siempre me ganastes.
Canción
Yo del todo he ya perdido
saber, sesso e discrepçión:
fuerça, sentido, raçón
ya buscan otro partido.
Plaçer, de quien favorido
era en aquella saçón
que vos ví, con tal canción
ya de mí se ha despedido.
Canción
"Coraçón, adiós te dó,
ca donde mora pessar
non puedo mucho tardar,
pues que su contrario só.
1
En el tiempo que tú vías
la señora que elegiste,
ya sabes que todos los días
te me dí, segunt que viste.
Mas después que se perdió,
pues non te puedo alegrar,
encomiéndote el penssar,
amigo, pues que me vió.
2
Muy atarde de consuno
agua e fuego se convienen:
non pueden turar en uno
aquellos que mal s'avienen.
Pues tristeça perturbó
en ti todo mi logar,
non conviene porfiar
con quien pudo más que yo."
Canción
Nuevamente se m'a dado
el Amor a conosçer,
e quiérese adolesçer
de mí, del mal que he passado.
1
Conoçiendo que mal faze
en matarme sin por qué,
yo veo por buena fé
que de mi servir le plaçe.
E conoçiendo que yerra,
sabiendo que vo a la guerra,
mucho bien m'a cavalgado.
Canción
Defecto es que bien s'entiende
a los que neçios no son,
que tal disimulación
atarde o nunca se aprende.
Pensando serte más firme
que Ar[qu]iles a Polixena
tengo más daño que suena.
Canción
1
El triste que se despide
de plazer e de folgura
se despide;
pues que su triste ventura
lo despide
de vos, linda creatura.
2
Del que tal licencia pide
havet, señora, amargura,
pues la pide
con desesperación pura,
e non pide
vida, mas muerte segura.
Canción
De vos bien servir
en toda saçón
el mi coraçón
non se sá partir.
1
Linda en paresçer
que tanto obedesco,
queret guareçer
a mí, que padeçco:
que por yo deçir
mi buena razón,
segunt mi entençión,
non devo morir.
Canción
1
Ya del todo desfalleçe
con pesar mi triste vida:
desde la negra partida
mi mal no mengua, mas creçe.
2
Non sé qué diga ventura,
que mal me quiso apartar
de vos, gentil criatura,
a la qual yo he d'amar.
3
Todo mi plazer peresçe
sin mi raçón ser oída;
cruel muerte dolorida
veo que se me basteçe.
