Poema ¡Ave Césat! de Luis Gonzaga Urbina

¡Ave Césat!

de Luis Gonzaga Urbina


Herido voy, herido; no me alienta
la muchedumbre que en el circo clama,
y entona canto a la verde rama
que allí en la sien del vencedor se ostenta.

La misma multitud es la que afrenta
al que en la lucha desigual, se inflama,
y al fin sucumbe, sin honor ni fama,
la espada rota y la cerviz sangrienta.

Yo entré a la lid intrépido y gozoso.
Los muertos te saludan, dije al mundo.
Miré a las fieras; me sentí coloso:

luché; me hirió la duda en lo profundo,
y entre el polvo del carro victorioso,
ya ruedo por la arena, moribundo.



Analizar métrica y rima de ¡Ave Césat!